"Estimamos que la deficiencia de vitamina D es la condición médica más común en el mundo actual", asegura el doctor Michael Holick, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, en su libro The Vitamine D Solution, que se publicó en abril del año pasado.
Solamente en Estados Unidos más de 200 millones de personas tiene bajo el nivel de la vitamina D, sostiene en su libro el experto en fotobiología de la vitamina antirraquítica y autor de numerosos estudios sobre el metabolismo de los huesos, el calcio y la osteoporosis.
La razón: los niños y adultos no están obteniendo a diario las 400 unidades internaciones (UI) que son las recomendadas de esta vitamina.
El doctor Holick señala que esta "pandemia" podría estar contribuyendo en la incidencia de enfermedades como la fatiga, la diabetes, el cáncer, la osteoporosis y las afecciones cardiovasculares.
Un reciente estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard relacionó también la deficiencia de vitamina D en los niños con el riesgo de sufrir ataques severos de asma.
¿Por qué esta deficiencia? "El problema se debe a varios factores", explica el doctor John Martin, especialista en Medicina Interna del Centro Médico de Kaiser Permanente en Los Ángeles.
Uno de ellos es el nuevo estilo de vida. "La gente sale de su casas directamente al auto y de allí a la oficina", apunta el galeno. "Es poco el tiempo que está expuesta a diario a los rayos del sol".
Otro factor es el temor a desarrollar cáncer a la piel. "Más gente está usando bloqueadores solares, sobreros de ala ancha, camisas de manga larga, algo que impide que los rayos del sol golpeen la piel para revitalizarla y estimular la producción de vitamina D en nuestro cuerpo".
El caso de los niños es similar. "Los niños de hoy, particularmente los de las grandes ciudades, tienden a ser más sedentarios y a permanecer más tiempo encerrados en las casas que la niñez de hace dos o tres décadas atrás", denota el galeno. "Y, como los adultos, están poco tiempo bajo los rayos del sol".
Exponerse al sol una o dos veces a la semana, por unos 20 o 30 minutos, con los brazos, las piernas y la espalda descubierta es suficiente para estimular la formación de la vitamina D en el organismo.
Los niveles óptimos de esta vitamina contribuye a fijar el calcio en los huesos y dientes. También previene el raquitismo.
A través de la alimentación y los suplementos alimenticios se obtiene también esta provitamina soluble en grasas.
Claudia González, dietista certificada, explica que, por ejemplo, la leche, el huevo, el atún, el salmón y el hígado son fuentes de vitamina D.
"Pero lamentablemente no todas las personas, ya sea por presupuesto o por paladar, están incluyendo estos alimentos en su dieta diaria", denota González, exvocera de la Asociación Americana de Dietistas.
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