miércoles, 26 de enero de 2011

Una mayor ingesta de zinc asociado con un riesgo menor de muerte por cáncer de próstata

Un artículo publicado en línea el 12 de enero de 2011 en el American Journal of Clinical Nutrition revela un efecto protector de la dieta la ingesta más alta de zinc contra la mortalidad por cáncer de la glándula prostática.

Investigadores de Suecia y la Universidad de Harvard evaluaron datos de 525 hombres menores de 80 años de edad inscritos en un estudio control de casos en Suecia. Los participantes fueron diagnosticados con cáncer de próstata entre enero de 1989 y julio de 1994.
Las respuestas a los cuestionarios de la dieta administrada momento de la inscripción se analizó la ingesta de
calorías, hierro y zinc a partir de fuentes de alimento. Los sujetos fueron seguidos hasta febrero de 2009, tiempo durante el cual las causas de los fallecimientos fueron confirmados.

En los 6.4 años promedio de seguimiento hubo 475 muertes, de las cuales 218 se atribuyeron al cáncer de próstata. Los hombres cuya ingesta de zinc fue de las más altas del 25 por ciento de los participantes en más de 15,6 miligramos por día tenían un riesgo 36 por ciento menos ajustada de mortalidad por cáncer de próstata en comparación con aquellos cuya ingesta fue de las más bajas del cuarto. Para aquellos cuyos tumores se localizaron, existía un riesgo 76 por ciento menor entre las personas cuyo consumo fue mayor en comparación con los hombres cuyo consumo fue menor.
La ingesta de hierro no se asoció significativamente con la mortalidad del cáncer de próstata y el zinc no se asoció con la muerte por otras causas.

Los autores del informe señalan que los resultados de investigaciones anteriores sobre el efecto protector del zinc en la prevención del cáncer de próstata han sido inconsistentes, y sugieren que el zinc podría desempeñar un papel más importante en la determinación del resultado de la enfermedad y especialmente en su prevención. Hay que remarcar que el zinc está involucrado en una serie de funciones celulares, incluyendo el mantenimiento del sistema inmune y la reparación del ADN.

"Estos resultados sugieren que la ingesta alta de zinc está asociada con la mortalidad más baja de próstata específica del cáncer después del diagnóstico, especialmente en hombres con enfermedad localizada," Mara M. Epstein y sus colegas escriben. "Estos resultados deberían alentar a los futuros estudios sobre el zinc y cáncer de la próstata para incluir criterios de prevención y valoración de supervivencia en un intento de confirmar nuestras conclusiones."

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